A las puertas del verano he pensado en ir llenando esta pecera con peces de memoria diminuta, porque las cosas vienen y van, los ciclos empiezan y terminan, muchas personas que entran en nuestras vidas al poco tiempo se alejan... en fin... que mucho es lo que pasa y poco lo que queda.
Como buena burbuja, me gusta tomar té muy despacio, el olor de los pinos, que me aparten el cabello de la cara cuando estoy triste. Tengo mas o menos la memoria de un pez, y en esta corta memoria que me tocó guardo el recuerdo de aquel perro que adoraba hacer burbujas en el agua soplando por su nariz, del gato que se deslizaba furtivamente por las noches bajo mi manta, también de aquella persona que me ofreció su amistad para luego darsela al primero que pasó por allí, de la sopa de fideos que me hacía mi abuela todas las noches, de aquel pueblo que olía a jazmín...
... y con el recuerdo de ese aroma me dispongo a echar el primer pez en la pecera.
Como buena burbuja, me gusta tomar té muy despacio, el olor de los pinos, que me aparten el cabello de la cara cuando estoy triste. Tengo mas o menos la memoria de un pez, y en esta corta memoria que me tocó guardo el recuerdo de aquel perro que adoraba hacer burbujas en el agua soplando por su nariz, del gato que se deslizaba furtivamente por las noches bajo mi manta, también de aquella persona que me ofreció su amistad para luego darsela al primero que pasó por allí, de la sopa de fideos que me hacía mi abuela todas las noches, de aquel pueblo que olía a jazmín...
... y con el recuerdo de ese aroma me dispongo a echar el primer pez en la pecera.
1 comentario:
Gracias por visitar, siempre será bienvenid@. Saludos.
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